Desde esta mañana en Galicia de primavera ventosa de lluvia en lunes 24 de mayo de 2021 procedo con torpeza ansiosa una cierta taquicardia y la sensación de un pelota dura en la tráquea que sube hasta el cráneo a postear para recordarme las cosas que leo que me tocan que me llaman la atención. Abro una libreta de apuntes sin ton ni son en principio. Estuve esperando reconocer una voz nueva diferente y a tomar por saco. La espera es un estado mental.

En theguardian.com aparece un artículo para recordar los 30 años de Thelma & Louise y cómo nos va la vida a las mujeres tres décadas después. Me comparto una serie de preguntas que se hace la periodista Rebecca Nicholson:

Was it, as some critics felt, a thoughtlessly violent movie that saw two women committing terrible crimes in the name of “empowerment”? Were they “acting like men” under the cover of feminism? Or was it in fact misandry, unfair to men, because it portrayed all of its male characters as awful? (Never mind that they are not all awful; it’s a pre-hashtag #NotAllMen). Were they role models? Was it a feminist parable? Was that ending, one of the few that has truly earned the overused adjective “iconic”, perfect, or a cop-out?

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