Nunca me apunté a un viaje organizado, nunca participé de un grupo de viaje, jamás tomaría un crucero para flotar en ningún líquido, ni dulce ni salado. Creo que el turismo como industria es causa de infinitos males y el enoturismo, que muchos ven como tabla de salvación para el sector o por lo menos una fuente de ingreso muy importante, para mi, en la mayor parte de las propuestas es hortera e irrespetuoso del sujeto al que va dirigido; por no hablar del impacto ambiental que produce. Me producen rechazo los discursos estandarizados y casi siento que las personas que llevan a cabo estas propuestas pertenecen a otra especie, no la mía.
Creo que “el mercado” nos ha estandarizado y vuelto insensibles al sujeto único e irrepetible que tenemos delante. Por vender nos volvemos ciegos y no importa lo que el otro nos devuelva y nos advierta, seguimos adelante cual aplanadora para vender.

entrada a la bodega de Can Ràfols dels Caus

Todas estas ideas vinieron a mi mente durante una visita guiada en inglés en la conocida bodega catalana, afincada en el Penedès, Can Ràfols dels Caus. Con tiempo, llamé diciendo que preparaba la agenda de visitas para una sumiller de EEUU. Ningún problema, me dijeron, les esperamos para hacer una visita profesional.
Llegamos después de visitar un proyecto artesano, dedicado al rescate de la variedad autóctona sumoll desde el año 2001, donde fuimos atendidos por el enólogo director del proyecto, un tipo realmente entusiasta, comprometido con lo que hace, honesto, delicado, sensible y receptivo.

La belleza edilicia de la finca de Can Ráfols dels Caus es innegable y lo imponente de la obra nueva entorno suyo. La realidad obligó, nos contaron. Para frenar la construcción de una cantera de piedra que alimentaría el maltrecho sector de la construcción, tuvieron que comprar 40 hectáreas y procesar toda la uva que venía con el paquete, por lo que no hubo más remedio que ampliar las instalaciones.

Nos recibió Amanada Toze, con quien yo había coordinado la visita “profesional”.
Hello, i’m Amanda Toze, and this fantastic project is Can Ràfols dels Caus.
Zácate, pensé yo, esto no nos lleva a ninguna parte.

O si. Efectivamente fue una visita guiada, programada para turistas o para profesionales que vienen a comprar vino sin complicaciones, pasar un buen rato impresionados ante tanta obra, incluida una bodega incrustada en la roca. Qué soberbia! diría mi amigo Mazin Hermes. Pero claro, Mazin, es un árabe culto, casi un asceta, que se alimenta a base de lectura y reflexión. Es decir una personalidad compleja que no complicada, al margen por completo del mercado, del consumo y del consumismo.

Por todos los medios intentamos dar señales de que no éramos una visita al uso, que veníamos de visitar un proyecto muy conocido en la zona, que seguimos proyectos artesanos, que una escribe y recorre hace un breve lapso las rutas del vino y la otra era la vez número 11 que visitaba España.
Nada, no importó nada. Amanda había apretado play y nos soltaba su rollo a pesar de las casi impertinentes señales por nuestra parte de que la cosa no iba por ahí, que las obras faraónicas no nos impresionan, más bien lo contrario, aunque, que todo hay que decirlo, los caminos bordeados de plantas aromáticas eran preciosos, deliciosos diría yo.

vieja concina y sala de cata en Can Ràfols dels Caus

Durante la visita por las inmediaciones de la bodega, Amanda nos contó que en Can Ràfols dels Caus crían unas 28 variedades de uva y hacen 20 vinos diferentes, así que esto generó una cierta expectativa a la hora de pasar a la vieja y fantástica cocina de la finca para catar los vinos. Pero una vez más, todo estaba planificado. Allí estaban dispuestos y en excelente temperatura los vinos que nos querían “vender”, básicamente la nueva ruta emprendida hace tres años, cuando el holandés afincado en Catalunya, Peter Schoonbrood, tomó el control del proyecto a pedido expreso del alma mater, propietario, artífice, economista, arquitecto y vitivinicultor, Carlos Esteve.

Peter se incorporó a la visita, en un toque casi teatral, cuando llegó la hora de la cata.
Estaban dispuestos los Terraprima, tinto y blanco, La Calma un Chenin Blanc, y el Gran Caus Rosado.
Mientras catábamos lo que ellos mismos confesaban eran los productos para reconquistar mercado, más fáciles de beber, menos complicados, nosotros íbamos dejando caer la información que teníamos sobre otros proyectos, a nuestro juicio más interesantes, que desarrollan también en Can Ràfols dels Caus.
Yo había investigado un poquito entorno de la sumoll y me había encontrado con un artículo de Paco Berciano hablando maravillas. Me comuniqué con la bodega y Silvia, encargada de comunicación, me envió inmediatamente una botella del 2008 y otra del 2009, advirtiéndome que esta última todavía no estaba en el mercado.

Si por algún motivo corrí el riesgo de llevar a una sumiller profesional que busca vino artesano a Can Ràfols dels Caus, fue por esto y no para catar vinos estandarizados para no “complicarle” la vida al consumidor medio y mayoritario, todo hay que decirlo. Casi tuve que rogar por esa botella que al final y a las cansadas apareció y fue la que condujo una conversación de sordos a un punto algo interesante. Lo otro fue el tinto Mas Oller, del proyecto que llevan en Empordà. Tuvimos que tragarnos una visita impersonal, una guía indiferente a todas las señales, una conversación que rozó la falta de respeto hacia otras bodegas, es decir colegas de profesión, para llegar a darle un cierto sentido a todo con esa sumoll 2008 y el Mas Oller con un 65% de una preciosa Syrah.

Mas Oller 2010 y al fondo, la sumoll 2008

¿Por qué? ¿Por qué nadie nos escuchaba, por qué nadie supo parar este post, por qué tengo que estar escribiendo esto? En una buena medida, no es culpa ni de Amanda, ni de Peter, ni siquiera de Carlos Esteve, que con todo derecho estaba de vacaciones.
Todo esto tiene sentido si sirve para que escuchen mis ruegos, para recuperar el norte del vino en España, para que no sigan arrojando piedras sobre sus propios tejados, creyendo que venden diciendo que lo de ellos es más honesto y mejor que lo de los otros. Si sirve para recuperar sensibilidad y frenar el impulso de vender a como dé lugar. Pero también tengo dudas sobre el proyecto en si, sobre trabajar tanta variedad, en su mayoría con mejores resultados fuera de España y en otros terroirs más idóneos. Me quedo con la verdadera necesidad de conocer el rumbo de todo esto, de tanta inversión en edificio, de tanta uva para sacar mayoritariamente vino estandarizado para vender más fácilmente y también me quedo con la espina de saber porqué hubo tanta resistencia a mostrar proyectos con resultados más que interesantes.

Yo tengo claro que sólo visitaré las bodegas en las que me reciba el señor o la señora o ambos, que críen sus uvas, las vendimien, las entren en bodega y hagan sus vinos. No me interesa para nada la arquitectura, es más, a mi me sobra. Y no me interesa hablar con “comerciales”.
Como diría nuestro gastrónomo “más internacional”, thank you very much, thank you very much and thank you very much!

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14 comentarios

  1. Valiente post, Malena. Valiente porque lo fácil es hablar bien de los que nos gustan y callar ante aquello que nos decepciona. Era muy fácil hablar muy bien de la anterior visita a la que hicimos y dejar pasar en silencio el fiasco que supuso Can Ràfols. Muy pocas veces leo en este mundillo (somos tan cobardes como en cualquier otro, demasiado interés y dinero en juego como para decir un “pero”) críticas bien escritas y estructuradas a una bodega que está en una comunmente aceptada situación “adecuada”. Pues eso es lo que has hecho. Comparto esta decepción. No es una crítica destructiva, de bien poco serviría eso. Fuimos a Can Ràfols animados, con ganas de disfrutar, y en las 4 horas que estuvimos apenas los últimos 20 minutos fueron interesantes, creo yo. El resto, poco o nada. No nos interesan las 28 variedades, el play comercial, la puerta neumática que tarda media hora en abrirse, en un alarde de vanidad, de la nueva superbodega, con su punto funcional, seguro, pero fría, aséptica. Demasiado perfecto todo: la finca (hermosísima), la armonía arquitectónica, el perfume de las aromáticas, los timings comerciales, los vinos bien limpitos y claritos, a punto, frescos, la cocina (también preciosa), el inglés en modo avasallador… todo era demasiado perfecto. Todo excepto lo demás, que es lo que importa. Y posiblemente no es cuestiónd e la gente que estaba allí, no, eso es más profundo.

    Sé que somos un poco duros, y quizás algo injustos, pero hay que decir las cosas por su nombre. Fue una lástima que, salvando la Sumoll y el Mas Oller (para los cuales, en efecto, hubo que rogar pero que resultaron lo más interesante y con lo que nos quedamos de la visita), lo que más nos hizo sentir “como en casa”, eso que tanto nos gusta sentir en una bodega, fueron las refriegas, lametones y las babas empañando mi pantalón de Piula, la perra de la casa.

  2. Resulta muy importante Marc tu comentario, justamente por lo que dices, es muy difícil ordenar un texto crítico y respetuoso, sobre todo a una bodega con nombre y apellido y después de todo quién soy yo. Pues eso, alguien que pasa por ahí, ha investigado un poquito, ha leído alguito, usa Internet para explorar, lleva un blog y no sale en el suplemento de sociales del periódico. Moraleja, ya no puedes controlar lo que se dice de ti, has de ser muy honesto y cuidadoso.
    On the other hand, insisto en volver y conversar con Carlos Esteve y no es chantaje, es tener la experiencia de la conversación y por eso saber que sólo él puede transmitir desde su corazón lo lindo que hay y lo mejor que vendrá. O por lo menos eso espero.

  3. Entiendo vuestra decepción y en vuestras circunstancias probablemente me sentiría igual, pero de ahí a protestar cuando te abren su casa, me parece hasta cierto punto injusto.
    Yo hoy daré cuenta de un Rocallis 02, nunca he probado nada de esta bodega….

  4. Hola S!
    El asunto es el género crítica. No digo que lo que yo escribo o este post en particular sea notable. Lo que digo y necesito y creo que es muy necesario en cualquier aspecto, es desarrollar capacidad crítica. En lo personal no lo encuentro mucho por aquí, exceptuando lo que está casi libretado. Las eternas peleas entre la gente de elmundovino.com y los “naturales” por ejemplo. En general se opta por contar aquello que te ha gustado y pasar de largo de lo que no. Justamente en esta visita, cuando salió la conversación sobre la importancia de los puntos, ya sean de Parker, de Peñín o de quien sea, yo comenté que me fijaba en blogs y el tuyo fue uno de los 4 que nombré. Ahora en cuanto a literatura crítica, a riesgo inclusive como dices tu y Marc, de ser un poco injustos, esto no existe de modo significativo. No hay costumbre de realizar un ejercicio de crítica como en otros medios como en el anglomundo por ejemplo.
    Por otra parte una bodega ES “una casa abierta” no abrieron la casa para nosotros, ¿no te parece? Y es en cierto modo un sitio público, expuesto como sus vinos a la crítica. ¿Cómo sabes que estás haciendo algo que puedes hacer mejor si nadie te lo dice?; ¿qué sentido tendría que en la escuela nos pusieran sólo las buenas notas y pasaran de nuestros errores?
    Lo importante es no descalificar, no ser ofensivo o insultar. Y aquí no hay nada de eso. Este post es un artículo tan crítico como respetuoso de mi experiencia en una visita a una bodega.
    He dicho muchas veces la rabia que me da ir de ferias o hablar con gente que critica tan duramente y con mucha sorna el sector del vino español. Sin embargo esto parece que no existe.
    ¿Por qué crees que puso Norrel Robertson “Dos dedos de frente” a uno de sus vinos?
    Tenemos que saber encajar las críticas, no las descalificaciones.
    Por qué se ha perdido el 75% del consumo interno en 30 años; por qué hay un divorcio absoluto entre la gastronomía y el vino en España y podría escribir mil preguntas más.
    Si abres la puerta de tu casa para que hablen bien de ti estás muerto. Esto no lleva a ninguna parte. Y nos infantilizamos si nos ofendemos cada vez que nos hacen una observación.
    El otro día yo hice una exposición pública sobre los motivos por los que yo creo que se ha perdido tanto consumo interno. Supe luego que el señor de la primera fila que miraba fijamente, te diría de manera inquietante, pensaba que yo estaba totalmente equivocada. Sin embargo en lugar de decírmelo a mi se lo dijo a otra persona, mientras seguía mirándome raro.
    Inmadurez total. Si me preguntas creo que hacen falta unas cuantas publicaciones, independientes, que puedan ser críticas y constructivas con el sector, porque, y esto no lo digo sólo yo, aquí se ha perdido el rumbo. Yo estoy convencida que puede construirse un camino, pero hay que estar dispuestos a asumir los errores para corregirlos. Y asumir quiere decir ver.
    Vengo siguiendo tu ruta pre Tui y está fantástica. Sigue en esa linea que nos das mucha información. Gran abrazo y salut compañero.

  5. Hola Malena. Como te comenté, respeto y enteiendo tu crítica, me paree estupendo que si te sentiste así, así lo cuentes. Por mi parte seguramente ante lo que narras que ocurrió, me sentiria de igual forma que tu, pero pensaría que esa es la “filosofía” de la bodega y lo entendería. Luego comentaria que no es lo que yo busco, e igual que no me gusta, si son así, así tenemos que entenderlos.
    Me hace gracia que hayas mencionado mi blog, no tengo nada que ver con los otros que comentas, ni lo pretendo. Mi blog solo narra mi camino, mis gstos en el mundo del vino, y los puntos son una forma de ordenarlos, sin mas.
    El consumo del vino se cae por muchísimas razones, por la crisis, por la forma de venderlos, por el desconocimiento general, porque cada día salen mas vinos de bajo precio para competir en un segmento bajo porque es lo que compran muchos hosteleros para ganarle mucho mas a una copa etc, todos somos responsables….
    saludos

  6. Felicidades Malena, hace tiempo que me produce… risa, o tristeza mas bien, y desagrado, precisamente todo lo contrario de lo que teoricamente buscan, todas esas maneras de comportamientos, tipo actor´s studio para actores mediocres, de poses, frases hechas, gesticulaciones apropiadas al momento especifico y al interlocutor concreto y bla, bla ,bla
    desde los políticos, presentadores de televisión, dependientes de vinotecas (ya sabes: que en vez de una botella se lleven dos, vender lo que tiene mayor margen, técnicas escaparatistas para engatusar a quién?, es gilipollas el consumidor?… y toda esta marea que nos inunda en todo de masteres en marketing y venta y teatro de la nada, precisamente coinciden todas estas “técnicas” con el descenso aberrante del consumo de vino, por lo tanto toda esta parafernalia es un fracaso, no sirve nada más que para androides ignorantes y sin sensibilidad, somos naturales y sensibles… y ademas nos emocionamos y por eso consumimos, y estas “maneras” comerciales y estandarizadas de vendernos da igual lo que lo único que hacen es que huyamos despavoridos… horreur!!!

    un bico

  7. Gracias Antonio! viniendo de ti, cuya opinión y sensibilidad respeto y admiro, respiro con cierto alivio. Y comparto la extensión que haces a otras áreas del discurso público como la política, los comunicadores de la tele, los periódicos “moderadamente progresistas”. A mi me indigna todo. Decidía salir a la plaza y decirlo. Igual a partir de ahora pasaré a ser una “perroflauta” del vino e igual se apuntan unos cuantos tan cansados como yo. Bienvenido, gran abrazo y montón de bicos.
    Siento morriña de Galicia:)

  8. Malena, esperaba algún apunte a mi comentario anterior. Bueno, estoy de acuerdo con vosotros en el fondo ydemando y me gusta lo que a vosotros, pero me pongo en su lugar y los entiendo. Como debe de ser atender a cientos de personas todos los meses….buuufff

  9. Malena

    Hola!

    Soy Carlos Esteva y hoy al llegar de vacaciones y leer el correo acumulado me he encontrado con los comentarios transcritos en tu blog.
    Antes que nada quiero decir que agradezco la crítica, pues considero que la crítica si es positiva siempre tiene una parte constructiva. De verdad.
    Por otro lado decir que cuando yo pienso en las personas que vienen a visitarnos o en los actos o catas que organizo siempre pienso en como me gustaría que me trataran a mi o en como me gustaría ser recibido. Quizás no lo he sabido transmitir bien a alguno de mis empleados.
    No me gusta la imagen que de Can Ràfols dels Caus se da en el comentario, como si fuera una bodega industrial, siendo una bodega familiar, y soy uno de los pocos bodegueros en España que viven todo el año, en la finca a pie de viñas y de barricas.
    A mí personalmente me gusta mucho el arte en general. Considero también al vino como tal. Por otra parte tengo vocación de arquitecto.
    Cuando llegué a Can Ràfols hace ahora mas de 30 años la casa estaba mayoritariamente en ruinas y las viñas bastante abandonadas, me he dedicado a crear nuevos vinos a mejorar (lo que se puede, aunque parezca mentira) el paisaje, la casa y la bodega.
    A mí me gustaría que cuando alguien viniera a casa, que alucinara, con los vinos, con el entorno, con el trato. Si no lo conseguimos habrá que mejorar.
    En cuanto a los vinos la filosofía siempre ha sido clara, hacer vinos naturales que sientan bien al cuerpo y al espíritu. El cultivo es totalmente ecológico y en cuatro parcelas biodinámico. La fermentación se lleva a cabo sin levaduras seleccionadas es decir dejando simplemente fermentar por si solo el mosto. He realizado la bodega de mis sueños y he preferido invertir mis bienes en la misma que en inversiones quizás más rentables.
    El concepto de la nueva bodega es que sea limpia, pulcra, fácil de trabajar y que ahorre energía. Hacemos por culpa mía muchos vinos diferentes de pequeñas producciones, que requieren mucho trabajo. Por otro lado la nueva bodega permite o permitirá cuando este terminada una visión total de todo el proceso productivo de los vinos.
    Como no quiero entrar en discusiones lo y único que pretendo es defender lo que creo que es justo os invito a todos Marc incluido (así sabré tu apellido) a una visita a casa y a probar algunos vinos. Espero sepáis perdonar los fallos que se hayan podido cometer.
    Salud.

    Carlos Esteva

  10. Carlos!
    Bienvenido a esta casa!
    Al leer tu comentario me dieron ganas de brindar porque hemos fundado un espacio muy necesario en honor a la crítica respetuosa, que viene siendo un bien muy escaso actualmente en todo tipo de intercambio público de ideas.
    Pensé muy bien antes de escribir este post. Y cuando lo hice, varias personas, amigos algunos de ellos, me advirtieron de que podía no haber sido una buena idea. He aquí la solución a sus temores.
    ¿Qué nos pasa en este país?
    Encantados volveremos a ir con Marc (Lecha) a Can Ràfols para conversar acerca de los temas que sentimos importantes de hablar con los productores-emprendedores. Hablar en profundidad y con sinceridad de los avatares de un sector que es parte de la identidad en última instancia de los españoles, que no logra por ejemplo evitar, la pérdida de consumo interno, que en definitva viene a ser que no logra mantener vivo el interés por el vino y su cultura.
    Creo que se puede conversar de todo esto con Carlos y estaremos de vuelta en Can Ràfols muy pronto.
    Va un saludo
    Malena

  11. Acabo de leer las impresiones que os han causado una visita a Can Rafols del Caus, y me han sorprendido mucho, me parece muy injusto que os llevéis este recuerdo de quizás, la única bodega en España que funciona como un Cheateau de libro de manual. Carlos Esteva empezó su proyecto personal hace más de 30 años, y los que lo hemos vivido el día a día sabemos que no existe otra bodega que se le parezca. me encantaría haceros una visita virtual de como eramos recibidos en los 80 y 90, todos eramos jóvenes sin ningún limite, capaces de hablar de vinos hasta el amanecer, recuerdo salir de Can Rafols a las nueve de la mañana, cuando salia el sol, después de comer algo en la cocina(que no era la que visteis, sino la de su vivienda privada, felices y orgullosos de pertenecer a esa gran familia que ya tenia entonces, recuerdo a Pere Cardoner, un ideologo de la vida Natural, de nuestro queridisimo Ramón Marin, el mejor embajador que ha tenido nunca Carlos de sus vinos, de Cuca Raventos la mejor comercial de la casa durante muchos años, de Mara Italiani, la madre de los hijos de Carlos, y que fue siempre una fuente de inspiración y controversia por su especial óptica de la vida y los placeres, de Asupta la mujer actual de Carlos, que junto a su hija Julia son una bendicion para esta Bodega, de Jordi Canti, el enologo de la casa, que empezo haciendo las practicas en Can Rafols y se quedo tantos años como enologos de prestigio contrato Carlos para mejorar y enriquecer sus terruños, de Giacomino y Carlotina, los hijos mayores de Carlos que en aquellos tiempos vivían felices en este sitio de ensueño que cada día nos esforzábamos todos en conservar y mejorar, también me acuerdo de Ferran el capataz de Zamora que se había criado en la comarca y que no se cuantos años llego a estar en Can Rafols, a Paco Berciano y su mujer, que prácticamente están desde el principio, porque hubo un principio.
    Pero esa es otra historia que me gustaría que os la contara Carlos, como hizo con nosotros y con tanta y tanta gente que seria imposible listar. Un Saludo muy fuerte a toda la familia y amigos de Can Rafols.

  12. Apreciado Miky, queda claro tu aprecio por la familia y por la de Carlos en particular. Se ve que se lo pasaban en grande, que bonito! Buenos momentos para recordar y tener vivos en la memoria.
    Como verás en los dos comentarios que anteceden al tuyo, Carlos y yo hemos hablado públicamente, en el tono educado y de respeto que le caracteriza a él y también a mi. De todos modos, si yo fuera Carlos y su familia, me sentiría orgullosa de tener amigos como tu que demuestran tanto respeto y amor públicamente.
    Recibe un saludo cordial y sabe que eres bienvenido en este blog.
    ps: sobre tus dudas de publicación de tu comentario, la demora se debe a que estoy abriendo un local de vino en Barcelona, con toda la atención que ello demanda. Y si, Carlos de ello también está al tanto.

  13. Estoy seguro que vuestra próxima visita a Can Rafols será para guardar en la memoria de sitios en los que estuve, y nunca olvidare, disfrutad mucho del vino y continuar esta bellisima labor que realizáis desde el Blog, me gustaría ver en vuestro mapa vitivinícola todas esas bodegas Catalanas que tanto esfuerzo realizan en conducir sus viñedos biodinamicamente como Can Rafols, Can Feixas, Serrat de Monsoriu …)
    Avisadme cuando inauguréis vuestro local, yo os promocionare desde el mio-www.lizarriturry.com y podremos departir amigablemente alrededor del Caldo noble, un Saludo.

  14. Busco información sobre el sumoll de Can Ràfols y me encuentro con este texto valiente, claro y contundente sobre la marketinización de los vinos y el enoturismo de pret a porter. Cómo me reconforta, Malena, ver lo coherente que eres con tu forma de ver el mundo de los vinos. Igual en el 2017 que en el 2001. Un abrazo, amiga.
    Manuel

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