Claves para el vino artesano: distribución orgánica y visibilidad

Día 16 claudiobado.com

La distribución es un factor clave dentro del ciclo de vida económica de un producto. Esto lo sabemos todos más allá de cuánto hayamos reflexionado sobre el punto. Si venimos a nuestro tema en particular que es el vino artesano se nos hace evidente. ¿Cuántas veces hemos leído sobre un vino que no tenemos ni idea de cómo conseguir? ¿Cuántas veces hemos oído y leído a los productores de estos vinos quejarse de los modelos abusivos / leoninos de distribución que son los que dominan los mercados? Pero debemos agregar ¿cuántos intentos de modelos de distribución alternativa conocemos? Y de ellos, ¿cuántos han tenido éxito?

Los consumidores y los productores, centrémonos ahora en el sector agrícola, vienen denunciando hace mucho esta situación pero resulta muy difícil atisbar la luz al final del túnel. La distribución termina por ser un cuello de botella en el que se atoran las mejores intenciones. Sin aludir a objetivos altruistas, recuerdo cuando hace años Amazon, había amenazado con entrar en la distribución de vino y todos corrieron a poner las barbas en remojo. No pasó nada. No era business.

Hoy en día la distribución de productos en los mercados sigue siendo mayoritariamente una zona gris gobernada por intereses económicos y financieros muy potentes, que operan como una espesa cortina de humo a través de la cual el consumidor y el productor nunca llegan a tener el más mínimo contacto.
En este escenario, el distribuidor es un personaje casi mágico, brujo, capaz de colocar los productos dentro o fuera de fronteras y lograr un beneficio económico primero para si y luego para el productor como único objetivo.

Pero cuando venimos al sub-sector agricultura ecológica, podemos pensar que su ciclo económico debería ser completamente orgánico. Esto es lo que vino a decir Christopher Houghton Budd en la II Conferencia Internacional de Agricultura Ecológica y Financiación organizada por la Fundación Tríodos en noviembre de 2009.

La producción y el consumo tienen que cruzarse en la distribución, llegando a la conciencia económica de los participantes. En este momento es cuando todo el mundo se da cuenta de la realidad. Al verdadero distribuidor no le interesa cómo funciona el flujo de bienes ni de dinero, sino ese proceso tan sutil por el que ambos confluyen. En la vida económica, la rentabilidad agrícola aflora en la distribución, no en la producción. Esto es algo que los distribuidores niegan porque estropearía el balance total del negocio.
Si queremos lograr un movimiento efectivo para la agricultura ecológica, tenemos que tener un equivalente en la vida económica, tenemos que tener una distribución orgánica.

Es decir tener en consideración que el ciclo económico es uno y que es contraproducente para el agricultor ecológico tener unos criterios de funcionamiento en el campo y otros más bien antagónicos para comercializar sus productos. Uno de los factores clave es la visibilidad mutua entre productor y consumidor.

En la economía de mercado, el distribuidor está en medio, entre el productor y el consumidor. Es decir, el agricultor no puede ver al cliente porque solamente ve el camión que se lleva los productos, y el consumidor tampoco ve al agricultor, solamente ve el camión que trae los productos al supermercado. Esa falta de visibilidad del consumidor es un problema.

Estas son parte de las intenciones con las que estamos creando el mapa del vino artesano. Dar visibilidad a una manera de hacer y a sus resultados. Pero en ambos sentidos. Es decir, no sólo que los amantes del vino se benefician del trabajo hecho en la agrupación de bodegas, sino que también son sus productores los que tienen la oportunidad de verse reflejados en el espejo.

¿Existe una reflexión en este sentido en el sector del vino y del vino artesano en particular?
¿Cómo es exactamente que funciona la distribución de vino en España?
¿Conocen proyectos innovadores en el area de distribución aunque no sea de vino estrictamente?
Y vuelvo a poner sobre la mesa lo que preguntaba hace unos posts en el sentido de cuán preparadas están las bodegas para considerar estos escenarios económicos.

Salut distribuida 😉

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4 comentarios

  1. Hace tiempo ya muchos hablaban sobre la contradicción que es cultivar en ecologico y que después estos productos estubieran escondidos en el catalogo de un distribuidor convencional o arrinconados en una pequeña estanteria en un gran hipermercado, casi siempre en la zona por donde nunca pasa nadie. Por razones como estas se empezó a buscar a distribuidores y operadores ecologicos, que si bien su catalogo es exclusivamente de productos bio, su trabajo y filosofia ha resultado ser la misma que la de la distribuición en convencional y que poco acercan al consumidor con el productor. Esto que escribo también es generalizando, porque me consta que hay distribuidores que no trabajan así, y también hay asociaciones de consumidores, que no dejan de ser una distribuición aunque de una manera pequeña y más controlada y cercana al agricultor.

    En el vino artesano, pues con mayor agudeza puede que ocurra este problema, ya que el sector del vino es aún más raro, con un montón de distribuidores que cruzan sus caminos y alejan y mucho al viñeron del consumidor. Como aliviar ese trafico, parecido al del puente de semana santa, y conectar más directamente al que amaga el riñon con quien descorcha la botella? buena pregunta, yo no la sé, intento encontrar el camino y en esa busqueda me estoy dando cuenta de muchas cosas. He visto que algunas tiendas o distribuidores me han acercado al consumidor de manera directa o viceversa, incluso algunos quitandose del medio a la hora de la compra-venta. Otros no por supuesto, por eso no trabajo con muchos distribuidores y todos muy pequeños. Tambien he encontrado que a traves de internet, que deberia ser la herramienta de conexion directa, han aparecido distribuidores virtuales, que más que acercar, hacen que el vino en versión real se convierta en un ente virtual que ni siquiera sabemos si se hace con uvas o no. Pero creo de veras que internet me ha abierto muchas puertas, ya que directa o indirectamente todos mis clientes han salido de las autopistas de la información.

    El mapa del vino artesano, es una gran herramienta, a mi este año me ha ayudado a conocer a unos amigos de ahora en adelante: http://www.les-enfants-sauvages.com/ . Pero, donde creo que está el problema, pienso que el consumidor y el productor no tenemos la suficiente confianza en el medio, por ejemplo al consumidor no le importa gastarse 300€ en algo muy exlcusivo de tecnologia o literatura o en la compra del mes haciendolo a traves de internet pero si le cuesta comprar una botella de vino que cuesta 10€. Seguro que parte del problema y de la solución está en nosotros, los productores que no hemos facilitado este acto, al igual que no se ha facilitado la visita a las bodegas ni a los viñedos y lo que se ha hecho hasta ahora ha sido una turné pubilicitaria de los secreotos que el enologo tiene para elaborar excelsos vinos, sin hablar directamente con el agricultor que les vende la uva ni saber exactamente si el vino que están comprando es de la zona o ha venido en camiones cisterna.

    Todo tal vez este obligado por el volumen y el beneficio, pero creo que en lo pequeño está el merito y la viabilidad tendremos que seguir trabajando para darnos cuenta de que podemos comer y beber mejor y que los que lo producimos nuestro mejor cliente puede ser nuestro vecino del 2º derecha.

    Salud y buen vino.

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