Todos los que pensamos en esos fuegos lo titulamos así. Ayer leía una carta en El País que habla de manera sintética y muy clara de cómo la mala gestión del monte gallego, más bien orientada a sacarle provecho en el menor tiempo posible, termina o pasa por vivir cada verano estos incendios que ninguna alma buena puede comprender. Aquí la comparto.
Salut, criterio y agua.
Mucho se resolvería metiendo en la carcel una buena temporada y una gran multa a la cantidad de hijos de puta que incendian intencionadamente los montes.