La etiqueta de un vino biodinámico hecho en Estados Unidos causa revuelo en la blogsfera vitivinícola. Randall Grahm, deja claro, negro sobre blanco todo lo que contiene su vino. Todo, todo! Y confirma, por si hiciera falta,  la relevancia estratégica de las etiquetas.

Hay quien dice que detrás de esta etiqueta se esconde una estrategia de marketing, ¿estaría mal?; hay retailers que aclaran algunos puntos interesantes, por ejemplo, qué tipo de información busca el comprador de vinos y le es práctica a la hora de tomar una decisión. (Lo que me recuerda un dato que escuché hace unos días en una charla con productores de la D.O.Montsant, y es que el 95% de los compradores de vino no se sienten expertos en la materia).

Creo que en la conversación que provoca esta etiqueta, hay por lo menos dos vertientes. Una es la información que el productor quiere decir de su vino. La otra es de cuánto espacio dispone para hacerlo: hasta ahora no había suficiente espacio en la etiqueta para poner todo lo que querías decir de tus vinos.

Pero los de somosene hemos desarrollado una solución para que puedas hablar de tus vinos todo lo que quieras; todo, todo!

¡Hemos creado la etiqueta de vino con capacidad infinita! Hemos agregado un código de dos dimensiones a la etiqueta que encripta un hiperenlace. Con tu teléfono y unos programitas muy sencillos que te bajas de internet, puedes leer este código como con un lector de los del supermercado. Así de sencillo.

¿Y a dónde te lleva ese hiperenlace? A tu página web, por ejemplo, en donde dices lo que quieres de tus vinos. Estás conectado con el comprador actual o potencial de tu vino desde la botella. Solo hace falta un teléfono y un hiperenlace y harás que tus botellas hablen entre si; que te puedan enviar un mensaje contándote la experiencia que están teniendo las personas que están bebiendo tu vino en el momento en que lo están haciendo; alguien se llevará los datos de tu vino en su móvil, porque lo tomó en un restorán y le gustó, e imagínate todo lo que se puede hacer con un código ubícuo, un móvil y mucha imaginación!

Os presentamos, en primicia absoluta para la blogsfera vitivinícola, un ejemplo de lo que hicimos para la bodega Cingles Blaus de la D.O.Montsant.

Ojalá os guste y os den ganas de probar , ¿qué os parece?

etiqueta octubre

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11 comentarios

  1. Querida Malena y Amigos todos; he quedado más que sorprendido y los felicito de corazón. Son esas cosas que pasan en la vida que a uno mismo le parece haberlas vivido, soñado o leído en alguna parte. Vengo sosteniendo desde un buen tiempo a esta parte que la profusa información de las etiquetas de alguna manera “nos empalagan”. Y no sólo en lo que refiere al vino de parte de sus hacedores, sino lo que viene a cuenta de lo legal o reglamentario. ¡Es la solución perfecta, sin dudas! Es maravilloso poder conectarse con quién ha elaborado el producto y poder comentarlo, sugerirle cosas, felicitarlo o directamente decirle “su vino no me apetece o adolece de tal o cual cosa”.
    Gracias por estar.
    Un gran abrazo desde Uruguay.
    “Salud y Buen Vino” (Samuel dixit)
    RICADO CABRERA

  2. Hey Ricardo, muchas gracias! Corre la voz!
    Nosotros también pensamos que es una solución ideal, práctica, y que conecta directamente al productor del vino con los seguidores de su vino. Las botellas pueden hablar entre si, ya no necesitamos máquinas, ni cables. Estamos, Ricardo, en la Internet de las cosas.
    En este momento venimos con Claudio de conocer a Benoît Vallé, dueño de unas de las muy pocas tiendas de vino natural en toda España. Es entrar en otro mundo, otra relación con la vida, con el cuerpo. Una filosofía de vida, una actitud. Él decía que las personas no nos preocupamos por saber sobre lo que consumimos y creo que esta es una herramienta muy buena para poner al alcance de la mano la información real sobre el producto que estamos considerando comprar y meter en nuestro cuerpo.
    Hay tema para rato Ricardo, sigamos!
    Va un fuerte abrazo desde esta Barcelona primaveral que nos regala un cielo encapotado, lluvia y algo de granizo… Por suerte no tengo viña en la terraza!

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